Las importaciones en el mercado vitivinicultor parece ser una historia de nunca acabar. El año pasado la novedad fue que ante el aumento del precio, las grandes bodegas decidieron importar vino del país trasandino.
Y si bien hubo manifestaciones de todo tipo, que ayudaron a frenar el ingreso del producto de otros países, ahora parece que las mismas grandes bodegas decidieron volver a las mismas técnicas y comenzaron a verse etiquetas de vinos argentinos con la inscripción de que es fraccionado en nuestro país pero el caldo es importado del país europeo de España.