El mundo
del trabajo sigue en constante evolución en todo el mundo y, de acuerdo al
contexto de la coyuntura actual del mercado laboral en Argentina, estas son las
principales tendencias que según los expertos en reclutamiento y gestión del
talento de Randstad serán claves en el año que comienza.
Randstad,
consultora de Recursos Humanos, identificó las 10 tendencias que marcarán el
mundo del trabajo en 2023. Importancia en ascenso de la flexibilidad; triunfo
del trabajo por objetivos; brecha de habilidades y escasez de talento; más
opciones de trabajos freelance y por proyectos; valores y sentido de propósito;
diversidad e inclusión en el centro de la escena; relevancia del clima interno;
inteligencia artificial en auge; revalorización de la seguridad laboral y las
personas en el centro se encuentran como las más destacadas.
“Desde las cambiantes preferencias laborales de los trabajadores, hasta un contexto económico signado por una mayor incertidumbre, pasando por el avance de la transformación digital, los factores que inciden en un mercado laboral en transformación plantean grandes desafíos de cara al inicio del 2023. El empoderamiento de la fuerza laboral se ve claramente en las decisiones de carrera que adoptan las personas, en la priorización de la flexibilidad, la búsqueda de un buen ambiente de trabajo y la revalorización de la seguridad laboral y es un claro exponente de los factores más importantes que dan forma a las tendencias que dominarán la escena este año en materia de gestión del talento en las organizaciones”, asegura Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay.
El mundo
del trabajo sigue en constante evolución en todo el mundo y, de acuerdo al
contexto de la coyuntura actual del mercado laboral en Argentina, estas son las
principales tendencias que según los expertos en reclutamiento y gestión del
talento de Randstad serán claves en el año que comienza:
Importancia en ascenso de la flexibilidad. En la continua búsqueda del equilibrio entre vida profesional y personal, la flexibilidad laboral en todas sus variantes continúa cobrando relevancia. Para la gran mayoría de los trabajadores resulta de vital importancia poder decidir desde dónde trabajar, en qué momento y cuántas horas al día, pudiendo intercalar responsabilidades profesionales y personales a lo largo de la jornada. Esto supone para las organizaciones establecer arreglos de formatos y esquemas de trabajo uno a uno, alineando las necesidades de la organización con las del talento.
Triunfo del trabajo por objetivos. Sin dudas este ha sido uno de los grandes legados que ha dejado la pandemia en el ámbito laboral, que ha derribado el viejo paradigma de que la presencialidad y el control del horario aseguran la productividad laboral. A partir de la consolidación del trabajo por objetivos cada vez más compañías se permiten innovar y romper los preconceptos para encontrar formatos laborales más eficientes. De hecho, las organizaciones basadas en esquemas productivos más ágiles vienen implementando estos formatos desde tiempos pre-pandemia, poniendo el foco en la responsabilidad y autogestión de sus empleados, así como en el valor de la confianza mutua.
Brecha de habilidades y escasez de talento.
Con la tecnología como uno de sus impulsores, pero no el único, crece a ritmo
acelerado la brecha entre las habilidades que las organizaciones necesitan y
las que la fuerza laboral tiene actualmente, generando cada vez más cuellos de
botella en los procesos de reclutamiento por la escasez de talento calificado.
Y aquí la clave está en que podamos hacer el click y asimilar que el único
camino posible, tanto para enfrentar el descalce de habilidades, como para
asegurar la empleabilidad de las personas a futuro, tiene que ver con asimilar
el sentido de urgencia de la necesidad de adecuar nuestras habilidades
laborales y forzar un cambio estructural de los sistemas de formación hacia un
nuevo paradigma, con eje en el aprendizaje permanente y a cualquier edad.
Más opciones de trabajos freelance y por
proyectos. Dado que la especialización y el conocimiento no reconocen formatos
de contratación ni fronteras, la incorporación de talento freelance, por
proyecto, temporario, part-time, y otros tipos de formatos por fuera de la
relación de dependencia directa continuará creciendo de la mano de la
tecnología como su gran facilitador. Esta tendencia está impulsada tanto por
los trabajadores, como parte de una elección de estilo de vida, como desde las
organizaciones, como una manera de enfrentar la escases de talento.
Valores y sentido de propósito. Uno de los
factores emocionales más importantes y que influyen en que un trabajador quiera
sumarse o permanecer dentro de una empresa es que sus propios valores estén
alineados con los de la compañía. Esto genera una sensación de satisfacción y
pertenencia en la persona, aumentando su compromiso con la organización y por
consecuencia su productividad. Esa búsqueda de trabajos que puedan darle un
sentido de propósito incide cada vez más en las decisiones de carrera,
especialmente entre centennials y millennials.
Diversidad e inclusión en el centro de la
escena. El talento exige cada vez más que las empresas sean transparentes y se
comprometan con una gestión sostenible, con la diversidad y la inclusión como
valores centrales. Tanto sea para atraer a un grupo más amplio de talentos como
para acceder a la licencia social que las organizaciones necesitan para operar,
las iniciativas de inclusión con eje en la diversidad serán clave para impulsar
los liderazgos. Después de todo, contar con ideas y perspectivas diversas es un
ingrediente clave en la innovación y puede ayudar a impulsar una mejor toma de
decisiones de negocios.
Relevancia del clima interno. Hoy las personas
quieren trabajar en empresas donde reine un ambiente de trabajo agradable,
priorizan su bienestar, buscan la realización personal y en esa búsqueda lo que
“viven” cotidianamente en el trabajo es un componente clave. Existen múltiples
elementos que inciden en la conformación de este intangible en la percepción de
los colaboradores, desde la relación con jefes y colegas, la motivación que se
genera a través del reconocimiento y valoración por los resultados alcanzados,
la buena comunicación y, por supuesto, una cultura organizacional que priorice
el bienestar con valores que los colaboradores puedan sentir como propios.
La inteligencia artificial (IA) en auge.
Mantenerse al día con el avance tecnológico es todo un desafío, tanto para las
empresas como para los trabajadores. En este contexto, todo indica que el 2023
será el año en que las herramientas de IA muestren todo su potencial. No exenta
de desafíos y controversias, estas herramientas empiezan a considerarse parte
formal de la fuerza laboral en las organizaciones, por creciente impacto que
tienen en las tareas y procesos, haciendo ineludibles las definiciones de ética
y regulación, tanto como para asegurar el control humano y la eliminación de
sesgos, como para que en lugar de reemplazar a las personas, las ayuden a ser
más productivas y a obtener resultados de mayor valor en sus tareas laborales.
Revalorización de la seguridad laboral. Si
bien el salario sigue siendo uno de los drivers más importantes a la hora de
elegir un empleador, definitivamente hace años que ya no es ni el primero ni el
único. Si hablamos de atraer, retener y comprometer al talento, vemos un
aumento significativo en el atractivo de los beneficios laborales no monetarios
como parte integral de la propuesta de valor de las organizaciones, con el
ambiente laboral en primer lugar. En este sentido, y en un contexto donde la
coyuntura económica a nivel global muestra señales de debilitamiento, los
trabajadores están dándole una mayor importancia a la seguridad laboral sin
resignar el resto de los factores, para hacer frente a la incertidumbre
económica.
Las personas en el centro. Sin dejar de lado
la búsqueda de eficiencia y productividad, las empresas han aprendido que deben
impulsar ámbitos laborales más amigables, con el foco puesto en el talento.
Algo tan sencillo como tener claro que trabajamos con personas que buscan que
sus trabajos los ayuden a lograr su realización personal. En este contexto los
procesos, las políticas y los liderazgos tienen que poder aggiornarse para
priorizar el bienestar físico y emocional de sus colaboradores como parte de la
experiencia del trabajo.
Respecto a
estas tendencias que dominarán el ámbito laboral a lo largo del año, Andrea
Ávila agregó: “La competencia por el talento crece día a día, adquiere un
alcance cada vez más global y se hace más compleja por la creciente brecha de
habilidades y la escasez de talento. En este contexto resulta vital para las
empresas poder identificar las tendencias que se están dando en el ecosistema
laboral y comprender la profundidad de los cambios en marcha, de manera de
evolucionar y adaptarse a tiempo para planificar estrategias de reclutamiento y
gestión del talento efectivas, con eje en la construcción de una marca
empleadora potente y sólida que le permita atraer y retener al talento”.