El presidente ruso, Vladimir Putin, no dio
señales el martes de que fuera a cambiar de estrategia en la sangrienta guerra
del Kremlin en Ucrania. Por el contrario, aumentó las tensiones con Occidente
al suspender la participación de Moscú en el último pacto de control de armas
nucleares que le quedaba con Estados Unidos, y lanzó varias amenazas sobre el
futuro del conflicto.
En su largamente aplazado discurso sobre el estado de la nación, Putin presentó a su país -y a Ucrania- como víctimas del doble juego de Occidente y dijo que era Rusia, y no Ucrania, la que luchaba por su propia existencia.
El discurso reiteró una letanía de agravios que el líder ruso ha ofrecido con frecuencia como justificación de la campaña militar ampliamente condenada, al tiempo que prometió no cejar militarmente en un conflicto que ha reavivado los temores de una nueva Guerra Fría.
La promesa de continuar
“Vamos a resolver paso a paso, cuidadosa y
sistemáticamente, los objetivos que tenemos ante nosotros”, dijo ante los
militares y la élite política del país.
En su discurso, continuó culpando a Occidente de haber iniciado el conflicto, que comenzó hace casi un año con la invasión. “Quiero repetir esto: fueron ellos quienes desencadenaron la guerra. Y hemos usado la fuerza y la estamos usando para detenerla”, defendió.
Pero aseguró que ese es el objetivo de sus
enemigos. “Las élites occidentales no ocultan su objetivo: infligir una derrota
estratégica a Rusia. Significa acabar con nosotros de una vez por todas”, dijo
Putin, tres días antes del primer aniversario de la intervención militar en
Ucrania.
Suspensión del tratado nuclear
“Quieren infligirnos una derrota
estratégica y atacan nuestras instalaciones nucleares, por lo que me veo
obligado a anunciar que Rusia suspende su participación en el Tratado (New)
Start”, declaró el presidente ruso en un discurso fuertemente hostil hacia los
occidentales.
Rusia deja de cumplir el último tratado nuclear firmado con EEUU
Se trata del último acuerdo vigente entre
Washington y Moscú sobre el arsenal atómico. El jefe del Kremlin invocó a las
autoridades militares a estar “listas para realizar ensayos” si Estados Unidos
los hace primero.
Escalar el conflicto
El jefe de Estado aseguró que Rusia se verá
obligada a alejar la amenaza de sus fronteras si Ucrania recibe armas de más
largo alcance de Occidente. “Una circunstancia debería ser clara para todos:
cuanto más sistemas occidentales de largo alcance lleguen a Ucrania, más nos
veremos obligados a alejar la amenaza de nuestras fronteras. Esto es natural”,
recalcó.
Armas más modernas
Putin abogó por la introducción de más
tecnologías modernas en la producción de armas y aprovechar la experiencia de
la campaña militar en Ucrania.
“Introduciremos activamente las tecnologías más avanzadas que garantizarán el aumento del potencial cualitativo del Ejército y la Armada. Tenemos muestras de armas y equipos en cada una de las áreas”, dijo el jefe del Kremlin durante el discurso del estado de la nación ante las dos cámaras del Parlamento.
Según el líder ruso, muchas de esas muestras “superan sus análogos extranjeros”. El reto que tienen ahora delante los fabricantes de armas rusos es asegurar su “producción en masa”. En este sentido, señaló que el nivel de equipamiento de las fuerzas nucleares rusas con armas modernas es superior al 91%, y que el mismo alto nivel debe lograrse en todos los sectores de las Fuerzas Armadas rusas.
Admitió dificultades
El presidente ruso subrayó que habló ante
la población rusa “un momento difícil, en un momento histórico para nuestro
país, en un momento de cambios cardinales e irreversibles en todo el mundo”.
Se trata, dijo, de “los eventos históricos más importantes que determinan el futuro de nuestro país y de nuestra gente, cuando cada uno de nosotros tiene una gran responsabilidad”.
Valores ultraconservadores
El jefe del Kremlin apuntó que sus rivales
lanzan “agresivos ataques informativos” contra Rusia “tergiversando hechos
históricos”, atacando la cultura, la religión y los valores rusos.
Y, según expuso, la “pedofilia” se volvió “la norma” en Occidente. “Miren lo que hacen a su propio pueblo: la destrucción de las familias, de las identidades culturales y nacionales y la perversión que supone el abuso infantil hasta la pedofilia se anuncian como la norma... y se obliga a los sacerdotes a bendecir los matrimonios entre personas del mismo sexo”, dijo en un intento de defender lo que entiende como tradiciones rusas.
“La Iglesia Anglicana, por ejemplo, planea, considerar la idea de un Dios de género neutro. ¿Qué se puede decir? ‘Perdóname, Señor, no saben lo que hacen’”, continuó.
Persecución y populismo
El mandatario también advirtió que no
cesará su persecución a los disidentes. “Los que han emprendido el camino de la
traición a Rusia deben responder ante la ley”, dijo Putin, aunque matizó que
las autoridades no desatarían una “caza de brujas”.
En un tono populista, también apuntó contra los empresarios rusos por utilizar sus beneficios para “yates, fincas y propiedades inmobiliarias de élite” en el extranjero.
Desafío a las sanciones
Putin menospreció el alcance de las
sanciones desplegadas por Occidente contra Rusia, especialmente contra los
oligarcas, y aseguró: “Ninguno de los simples ciudadanos del país, créanme, se
compadeció de quienes perdieron su capital en bancos internacionales”.
Incluso, se congratuló por la resistencia de la economía rusa y destacó las oportunidades para las empresas de su país. “Ahora todo está cambiando, y muy rápidamente. Es una época no solo de desafíos, sino también de oportunidades”, dijo Putin, felicitándose de la creciente “independencia” del país respecto a los mercados extranjeros.
Nueva reelección
En el plano doméstico, Putin, dejó la
puerta abierta a presentarse a la reelección en los comicios presidenciales de
2024. “Quiero subrayar que las elecciones, tanto las locales y regionales de
septiembre de este año como las presidenciales de 2024, transcurrirán en
estricta consonancia con la legislación, respetando todos los procedimientos
democráticos constitucionales”, dijo, haciendo referencia a la controvertida
reforma constitucional de 2020, que le permitirá presentarse a la reelección en
2024 y 2030.
Putin, de 70 años, llegó al poder en 2000, fue reelegido en 2004, ejerció cuatro años como primer ministro, regresó al Kremlin en 2012 y fue de nuevo reelegido en 2018. Algunos analistas apuntan que en caso de derrota en la campaña militar en Ucrania o declaración de ley marcial, los comicios presidenciales podrían ser aplazados indefinidamente.