v Hace un prolongado lapso se ha instalado en ciertos personajes una costumbre, tan despreciable como oportunista, ella es el hacer política ocultando que la hacen, más aun, fustigando a la política asignándole un disvalor como actividad.
v Dicha conducta se acentúa o se verifica, con cierta asiduidad, en quienes no ocupan cargos por elección popular y se arrogan, falsamente, la representación de un sector determinado.
v Postulan, en ocasiones, austeridad republicana al mismo tiempo que gastan los recursos, cuya administración les ha sido confiada, en instalarse políticamente, piden participación y, contemporáneamente, abusan de los cargos.
v Dicen defender a un sector y, por conveniencia política, bastardean sus intereses ofreciendo servicios por una contraprestación ínfima e indigna.
v Agreden, desde lo público, se disfrazan de "lobos" frente a extraños y entregan a los suyos en las mesas de negociaciones. Todo es, solo, parecer.
v Si se les preguntara qué reconocimiento, ventaja o derecho consiguieron, solo podrían balbucear algunas incoherencias, ya que nada de ello ocurrió, pues al estilo perinola cargada solo cae en Toma Todo.
v Si algunos se preguntan, y me preguntan, la razón por la que opino y denuncio esta situación, la respuesta es simple y contundente, porque me duele, me indigna que, pudiéndose hacer mucho bien, que pudiéndose obtener tantos logros, aun desde el enfrentamiento, se decida hacer la personal, "la gambeta cortita”. Una pena.