Esta foto es de los años 30 y muestra a un señor elegantemente vestido, de traje, sombrero y corbata. Está cruzando la Plaza 25, la misma que hoy está siendo remodelada.

A su espalda se ven las torres de la vieja catedral que derrumbó el terremoto. La Plaza 25 de Mayo fue siempre el centro de la vida sanjuanina. Llamada Plaza Mayor, en sus orígenes albergó corridas de toros. Fue testigo de sangrientos tiroteos, de revoluciones, de desfiles cívicos y militares, de concentraciones políticas y de festejo ante éxitos deportivos.

Pero por sobre todas las cosas la plaza dio testimonio cada día del paso de gente que iba a trabajar, de charlas de jubilados o simplemente de la familia que posaba para una foto frente a su fuente. Los fines de semana, el aspecto cambiaba con los jóvenes que iban a dar la “vuelta al perro”.

Aunque el terremoto cambió su entorno, la plaza es la misma. Y al mirar la foto es imposible no preguntarse quién sería este señor, a qué se dedicaba, cuáles serían sus sueños.

Ha pasado casi un siglo de esta escena que con otros protagonistas sigue repitiéndose cada día.

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Fuente: Nuevo Mundo, edición 637 del 21 de diciembre de 2022