En este año los comicios electorales son prioridad
en las Provincias y en la Nación y sería oportuno acordar los modelos
educativos que se necesitan para mejorar los aprendizajes y las estrategias
para incluir a los niños y adolescentes que no se encuentran en el sistema
educativo. Por esta razón es importante el cumplimiento con la Educación
Obligatoria desde el Nivel Inicial hasta completar el Nivel Secundario.
Hemos escuchado hablar de Educación sólo en lo
ateniente a la reconsideración salarial, hemos repasado evaluaciones y
resultados que dejan al País en alerta total y a veinte días de comenzar las
clases no conocemos las políticas que se aplicarán. El Informe que se ha dado a
conocer, elaborado por la ONG Argentinos por la Educación, muestra claramente
la falta de inversión en Educación en los últimos quince años. Esa desinversión
significa una postergación preocupante y conduce inevitablemente al deterioro
de la Educación.
El financiamiento permite la implementación de programas especiales de
acompañamiento a los alumnos o sobre formación docente o elaboración de nuevos
currículum, mejoras en la infraestructura escolar, mejoras en los índices de
salario, entre otras cosas. La transformación de la Educación tiene que tener
lugar con gran premura; para ello el Banco Mundial realizó una serie de
recomendaciones para dar vuelta la situación de la Educación a la brevedad para
el 2023 que comparto a continuación:
El primer punto: Aceptar el problema. Está claro que no se debe
minimizar el problema y que la solución debe ser integral, tiene que involucrar
a todos los sectores y actores de la sociedad: políticos, educadores, familias,
estudiantes, organizaciones no gubernamentales, empresas.
El segundo punto: Acciones concretas a largo plazo. Trabajar en acciones concretas
con acuerdos a largo plazo, independientes de los cambios de gobierno, que
prioricen la educación de calidad.
El tercer punto: La importancia de los datos.
Consiste en tomar
decisiones basadas en la evidencia en lugar de la intuición y en la medida en
que se cuente con datos confiables, que puedan ser comparables en el tiempo,
que incluso puedan ser comparados entre países, se podrá diseñar políticas
públicas o soluciones más específicas y contextualizadas.
El cuarto punto: Trayectorias de aprendizaje más
acompañadas con más
relación entre la escuela y la familia, entre los docentes y los
estudiantes.
El quinto punto: La formación docente reconfigurando el rol del
docente, para que pueda transformarse en un guía y mediador que acompañe en el
aprendizaje del uso de las herramientas, trabajando sobre las potencialidades
de cada estudiante.
El sexto punto: La tecnología. Incorporar
tecnología y no sólo dispositivos, sino una técnica escolar, que implica
dispositivos, conectividad y facilitadores que acerquen estas nuevas
tecnologías a los estudiantes.
Nos
encaminemos para que la transformación educativa tenga lugar.
(*) Docente, exsecretaria de Educación
Fuente: Nuevo
Mundo, edición 643 del 6 de febrero de 2023