Luego de que Vladimir Putin
diera un discurso triunfalista a la medida de su megalomanía al afirmar que
llevará la guerra hasta sus últimas consecuencias, el Kremlin ha tenido un
encontronazo con su principal secuaz. Yevgeny Prigozhin, dueño de la compañía
de mercenarios Wagner, ha acusado al ministro de defensa ruso, Serguéi Shoigú,
de ser el culpable de la matanza de decenas de sus hombres en combate por falta
de municiones.
Prigozhin acusa a Shoigú de no proveer de artillería y municiones a sus
mercenarios, gran parte de ellos reclutados en cárceles a cambio de una promesa
de indulto si sobreviven seis meses en el frente. Cabe destacar que este
empresario no tiene poder para acceder a las más altas esferas del gobierno,
pero al estar haciendo el trabajo sucio, su voz es escuchada.
Prigozhin irrumpió en la escena política unos meses atrás, cuando encabezó las
críticas contra el alto mando por los reveses que llevaron a la retirada rusa de
las ciudades de Járkov y Jersón. Después, se atribuyó la conquista de Soledar,
aunque el Ministerio de Defensa señaló que aquel avance fue una acción conjunta
de tropas, milicias de voluntarios y mercenarios como el grupo Wagner.
Presionando con sus influencias, Prigozhin logró acomodar a un hombre de su
confianza llamado Serguéi Surovikin como jefe único de las Fuerzas Armadas,
pero el ministro Shoigú encomendó a Surovikin la retirada de la orilla
occidental de Jersón y luego fue destituido, en otra jugada que acrecentó la
tensión entre ambos. Además, Shoigú destituyó al jefe de logística de las
Fuerzas Armadas, que era uno de los principales enlaces de Wagner con el
ejército.
El ministro Shoigú ha sido muy criticado por el fracaso de la guerra relámpago
que ya lleva un año, pero es una de las figuras más próximas a Putin y un fiel
aliado suyo desde los noventa, cuando su popularidad como ministro de
Emergencias fue una de las claves para que Putin llegara al poder. Su
departamento de prensa ha negado las acusaciones de abandono de las fuerzas en
el frente y ha afirmado que 18 aviones han sido desplegados para abastecer a
los escuadrones de asalto.
Con sus videos en el frente de batalla y sus choques con los responsables de la
guerra, la figura de este empresario ha ido creciendo y ganando popularidad,
tanto así que el presidente checheno, Ramzán Kadírov, lo ha elogiado
públicamente: «Parece solo una empresa militar privada, pero ha logrado
resultados impresionantes a pesar de que sus brigadas asumen una parte
extremadamente difícil del trabajo». También mencionó su intención de crear en
el futuro otra compañía de mercenarios «para competir seriamente con mi querido
hermano».
No obstante, en contra de Prigozhin está la mala fama de las tácticas de
Wagner, que causan miles de muertes de soldados con escaso entrenamiento. Por
esto, el Ministerio de Defensa puede argumentar que sus objetivos a largo plazo
lo obligan a racionar la munición. La guerra, como dejó entrever Putin, puede
ser muy larga.
Fuente: Nuevo Mundo, edición 654 del 22 de febrero
de 2023