El telescopio espacial James Webb continúa revelando los secretos del universo, y en su última observación ha descubierto cómo un agujero negro supermasivo está privando a su galaxia anfitriona del gas necesario para formar nuevas estrellas. Este hallazgo, que desafía las teorías previas sobre la evolución galáctica, ha capturado la atención de astrónomos de todo el mundo.
El James Webb capta el momento exacto en que un agujero negro “mata” a su galaxia
El 22 de septiembre de 2024, un equipo internacional de científicos, liderado por la Universidad de Cambridge, anunció que nuevas observaciones realizadas con el telescopio espacial James Webb han confirmado cómo ciertos agujeros negros supermasivos pueden frenar la formación de estrellas en las galaxias que los rodean. Este descubrimiento se realizó al observar la galaxia GS-10578, también conocida como la “galaxia de Pablo”, en honor a un astrónomo involucrado en la investigación.
Un hallazgo clave en el universo primitivo
La galaxia GS-10578, situada a unos 2.000 millones de años después del Big Bang, es masiva, con una masa de aproximadamente 200.000 millones de veces la del Sol. A pesar de su tamaño y edad temprana, ha dejado de formar nuevas estrellas, un fenómeno que intriga a los astrónomos. La mayoría de las estrellas en esta galaxia se formaron hace entre 12.500 y 11.500 millones de años, lo que sugiere que el proceso que detuvo su formación estelar ocurrió de manera relativamente rápida.
El papel del agujero negro en el proceso
En el centro de esta galaxia, se encuentra un agujero negro supermasivo que está expulsando grandes cantidades de gas a una velocidad de 1.000 kilómetros por segundo. Estas masas de gas, que son esenciales para la formación de estrellas, están siendo empujadas fuera de la galaxia por los vientos del agujero negro. Según el equipo de investigadores, la cantidad de gas que se expulsa es mayor que la que la galaxia necesitaría para seguir formando nuevas estrellas, lo que convierte al agujero negro en el "culpable" de su inactividad estelar.
Confirmación de teorías previas
Aunque los modelos teóricos ya predecían que los agujeros negros podían influir en la actividad estelar de las galaxias, las observaciones con el telescopio James Webb han permitido confirmar este efecto de manera directa. El Dr. Francesco D’Eugenio, coautor del estudio, señaló que "hasta ahora no habíamos podido estudiar este fenómeno con suficiente detalle para confirmar el vínculo entre el agujero negro y el fin de la formación estelar".
Implicaciones para el estudio del universo
El telescopio Webb ha permitido detectar nubes de gas más frías y densas en la galaxia de Pablo, las cuales no emitían luz y, por tanto, eran invisibles para telescopios anteriores. Esto ofrece una nueva perspectiva sobre el impacto que los agujeros negros pueden tener en la evolución de las galaxias. A pesar de que la galaxia ha dejado de formar estrellas, su estructura en forma de disco se mantiene intacta, lo que sugiere que el proceso de “matar de hambre” a la galaxia no necesariamente destruye su forma.
Próximos pasos en la investigación
Los científicos esperan que futuras observaciones con el Atacama Large Millimeter-Submillimeter Array (ALMA) arrojen más luz sobre los componentes más fríos del gas en la galaxia, permitiendo estudiar si aún queda algún combustible oculto para la formación de estrellas y cómo el agujero negro sigue afectando a su entorno.