El precio de los tiquetes aéreos en Colombia podría dispararse si se aprueba una polémica medida incluida en la nueva reforma tributaria impulsada por el gobierno de Gustavo Petro. Este cambio, que busca aumentar significativamente el impuesto al carbono, ha encendido alarmas en la industria aérea y el sector turístico, sectores clave para la economía del país. ¿Qué impacto tendrá en los viajeros y en el desarrollo económico? Las aerolíneas ya han advertido sobre consecuencias inminentes que podrían afectar no solo los bolsillos de los colombianos, sino también el futuro del turismo. Con la decisión en manos del Congreso, la incertidumbre crece.
¿Viajar en avión será un lujo? La polémica reforma de Petro que impactará los vuelos
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, enfrenta críticas por la propuesta de la nueva reforma tributaria, la cual incluye un incremento en el impuesto al carbono. Este cambio afectaría directamente el precio de los tiquetes aéreos, generando preocupación en la industria del transporte y el turismo.
Reforma tributaria y el aumento del impuesto al carbono
La propuesta del Gobierno de Petro, presentada como parte de la nueva ley de financiamiento, busca recaudar 12 billones de pesos para cubrir el Presupuesto General de la Nación de 2025, que asciende a 523 billones de pesos. Entre las medidas contempladas, destaca el aumento del impuesto al carbono, que pasaría de 25.000 pesos por tonelada a 75.000 pesos, afectando especialmente a las aerolíneas debido al impacto en el precio del combustible de aviación, uno de sus principales costos operativos.
José Ricardo Botelho, director ejecutivo de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (Alta), expresó su preocupación, señalando que más del 35% de los costos de operación de las aerolíneas en Colombia están ligados al combustible. Con este aumento, se prevé que el costo de los tiquetes suba considerablemente, lo que afectaría tanto a los consumidores como al sector turístico en general.
El impacto en el sector aéreo y turístico
Durante el primer semestre de 2024, más de 26,8 millones de pasajeros se transportaron por vía aérea en Colombia, según reportes de la Aeronáutica Civil. El aumento del impuesto al carbono podría desincentivar este crecimiento. A lo largo de 2023, la industria aérea ya había mostrado márgenes de beneficio limitados, con un margen neto del 1,36%, muy por debajo del promedio empresarial del país, que es del 7,5%. Esta situación, según Botelho, hace insostenible que las aerolíneas asuman los costos adicionales sin trasladarlos a los pasajeros.
Además, el encarecimiento de los tiquetes aéreos no solo afectaría a los usuarios, sino también al turismo, uno de los sectores más estratégicos para el gobierno de Petro. Con la intención de convertir el turismo en una parte fundamental de la economía colombiana, Petro ha declarado que desea que sea "el nuevo petróleo del país". Sin embargo, el aumento de costos podría generar una disminución en la demanda de vuelos y, en consecuencia, afectar la competitividad del país en el sector turístico.
Repercusiones económicas y sociales
Según un informe de Alta, las repercusiones económicas no se limitarían a la industria aérea. El incremento en los costos del transporte de carga impactaría los precios de los productos en el mercado nacional, afectando la competitividad de las empresas colombianas en el comercio internacional. Además, se estima que la medida también tendría efectos negativos en el empleo. Actualmente, el transporte aéreo genera más de 600.000 empleos directos en Colombia y contribuye al 2,7% del Producto Interno Bruto (PIB).
Por su parte, el turismo, que representa el 0,71% del PIB del país, también se vería afectado. Según datos de Migración Colombia, el 76% de los más de cuatro millones de turistas internacionales que visitan Colombia lo hacen por vía aérea, generando un ingreso significativo de 4.269 millones de dólares para la economía colombiana.
Llamado de atención a las autoridades
Ante este panorama, la Alta ha instado al gobierno de Petro y al Congreso a reconsiderar el aumento del impuesto al carbono, buscando alternativas que no afecten a una industria clave para el desarrollo económico del país. Las decisiones ahora están en manos del Congreso, que deberá definir si se aprueba o no la modificación propuesta.